Desplome de la bolsa

El lunes se vivió un día totalmente negro en las bolsas mundiales. El índice Ibex, el indicador que recoge la cotización de los 35 valores principales del parqué, ha perdido un 7,54%, el mayor descenso desde su creación en 1992. Todo el mercado en su conjunto ha sufrido su mayor 'crash' bursátil desde octubre de 1987. Además el euro también se visto arrastrado por este desplome, ya que por primera vez en lo que va de año se ha situado por debajo de los 1,45 dólares. El Banco Central Europeo (BCE) llegó a fijar su cambio oficial en 1,4482 dólares.

El motivo principal de estas caídas es el temor a una recesión en EEUU a pesar de los planes fiscales para relanzar la economía que ha presentado el presidente Bush. Este plan de choque no ha convencido en los mercados, por lo que el descenso ha sido inevitable.

Es un efecto de bola de nieve y esto lo están sufriendo todas las compañías grandes. En un escenario de este tipo el inversor se pone nervioso, le entra el pánico y sale de la Bolsa sin importarle de qué valores se trate.

¿Cuáles son las consecuencias directas de este fenómeno? Pues lo principal, y para ser sincero, ahora mismo no hay muchas alternativas donde tener el dinero. Por un lado los tipos de interés tienen pinta de ir a la baja (y el Euribor se está anotando la mayor caída en cuatro años este mes), con lo que la renta fija no va a ser interesante. Por otro lado tenemos el descalabro de la renta variable. Y la inflación está disparada, con lo que el dinero se deprecia rápido. Quizá las materias primas y los metales preciosos se conviertan en un buen refugio. Pero por ejemplo el oro y el petróleo están en máximos históricos.

Solo nos queda esperar a ver la evolución de la bolsa. Siendo positivos, hoy 22 de enero el Ibex 35 ha cerrado con un aumento del 1.69%.